miércoles, 9 de noviembre de 2011

Y qué decir de los mentirosos?

Si alguien empieza una frase diciéndote: ''Deja que sea totalmente sincero contigo'' o ''A ti nunca te mentiría'', tu primer pensamiento va a ser: ''¿Por qué me dice que no me está mintiendo? Quizá lo está haciendo. Si no, ¿por qué tendría que decirme algo así?''
Tus instintos no se habrán equivocado en absoluto. Este tipo de expresiones de confianza sólo lo utilizan personas que no son francas.

También puede que te esté mintiendo la gente que no habla de forma directa, que se anda con rodeos y que te de más información de la que sería de esperar. Freud identificó a los mentirosos más cuidadosos como lapsus linguae. Básicamente, una persona puede traicionarse a sí misma al olvidar nombres importantes y familiares o decir algo que no pensaba decir, como: ''He quedado para pegarle. Quiero decir para pagarle''. Aquí puede haber un pensamiento reprimido que queda revelado por el lapsus linguae. Quizá esta persona tenía en mente algo más que un encuentro.

Podemos detectar también a un mentiroso por su empleo excesivo de términos elogiosos. Y es que Confucio en el 500 a. C. ya decía No confíes nunca en quien te alaba. Si los cumplidos son demasiado efusivos, es fácil que las intenciones no sean honorables. El mentiroso te alaba únicamente para hacerte trizas. Que alguien te llene de halagos y vaya detrás de ti para conseguir quedar contigo es bonito. Sin embargo, debemos prestar atención a las personas que utilizan el flirteo como un medio para agrandar su ego manipulando a los demás. En definitiva, son gente que se divierte coqueteando y utilizando todo tipo de insinuaciones sexuales y de promesas que no piensan cumplir. Simplemente intentan ver a cuántos más pueden incluir en su colección de personas que les encuentran sexy, encantadores y atractivos. 

Debo citar a la autora y psicóloga Lillian Glass por hacer una critica tan buena de la sociedad y poder aprovecharme de eso.

 C.A.A

London 

lunes, 14 de marzo de 2011

ESTÚPIDA COBARDÍA

Estúpida cobardía,
que amanece desnuda en tu cama
y se refriega en tu cara
haciendo en ella una lagaña.

Estúpida cobardía,
que come tu comida
y se limpia en tu boca
sellando en ella las palabras.

Estúpida cobardía,
que amarga la existencia de una,
que alegra la existencia de otra.


C.A.A


Día de playa.

jueves, 28 de octubre de 2010

Por lo que deberíamos decir, y no decimos.

A menudo, hay momentos en los que nos gustaría decir tantísimas cosas, que no decimos nada. A menudo, no decimos lo que pensamos, ni incluso pensamos lo que decimos. Hoy, quiero centrarme sólo en las cosas que pensamos y no decimos, porque son las cosas que se quedan almacenadas en alguna parte y que no se comparten con nadie.
Pero porqué esa cobardía? Porqué no decir lo que sentimos?

Pues todo se reduce a lo mismo: el miedo. El miedo a no gustar, el miedo a decepcionar, el miedo a que no te entiendan, el miedo a quedarte solo, el miedo a...

Y el miedo, no somos conscientes de que  no nos deja ser feliz, no nos deja disfrutar del momento.


Es cierto, que hay cosas que no se pueden decir, y que el miedo no tiene ningún papel en esa función, pero sí la tiene la consideración o el típico 'me sabe mal'. Yo no dedico mi blog a estos hechos, yo se lo dedico a los cuáles nos hacen reprimirnos.

Hagamos de cada momento una improvisación, que el guión lo tengan los de la reunión.


C.A.A.

lunes, 20 de septiembre de 2010

ESPECIE EN EXTINCIÓN

Cómo transeúntes paseamos por las calles
en busca de un roto de la tela de la monotonía.
Estampados viscerales
provocan la altivez del que nos cruzamos,
y hasta el ciego sabe que llegamos.

Trocitos deshilachados nos indican el camino,
y no pienses que es la historia de Hansel y Gretel,
porque aquí, no hay bruja, ni caldera,
Que estos versos son de puño y letra.

Las señales sólo son pistas
que hacemos pasar desapercibidas
para no acabar en vuestra jauría.
Que tú,
que yo,
somos una especie en extinción.



C.A.A.



London.

martes, 14 de septiembre de 2010

Quién no ha dicho nunca que los pequeños detalles son los importantes?

Pues yo también, y qué? Realmente son los importantes?

Las cosas materiales, abstractas, más grandes, más pequeñas, del color que sea, o cómo quieras llamarlas, tienen el valor que cada uno quiera darle. Esa es la magia que esconde el 'detalle', y ésa, es la que puede, y debe perseverar. Es la que nos da el derecho a ilusionarnos tenga la forma que tenga, o sea como sea, y de la que por un momento, nos salva del pecado de juzgar.

Que bonito es comprender que justo en ese momento que una persona recoge una flor de su balcón para regalártela, o que escribe un Te quiero en una servilleta, o incluso, esa que recoge una hoja de un árbol perenne porque tiene una forma original, única y exclusivamente, en ese momento, está pensando en ti, está pensando en sorprenderte. Ése es el detalle de las cosas, y con ése, es con el que yo me quedo. Tú?




C.A.A


Cutty Sark. London.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Uno no es lo que quiere, sino lo que puede ser.

Metro NYC desde un vagón.



Parafraseando la canción ''Payaso'' de José José doy el estreno de mi blog.

El daño más perjudicial que puede recibir un ser humano es el autoengaño. Es curioso, por eso, que lo que más daño nos hace, nos lo podamos crear nosotros mismos.
Pienso que una persona es lo que es, gracias a lo que conserva de su pasado, a lo que hace referencia a su presente, y a lo que idealiza en un futuro. En cambio, si una persona vive más en su futuro, idealiza demasiado, sueña demasiado, y disfruta poco del momento que está viviendo que no es en el que está pensando. Evidentemente, se puede aplicar el mismo resultado si vive en otra de las etapas de manera individual.

No intento darle un enfoque pesimista a la vida, pero sí, uno crítico. Una persona tiene que ser consciente de cuáles son sus limitaciones, y no es malo, saber que las tiene. Sí, es verdad, para aquellas personas que dicen que NADA ES IMPOSIBLE contemplan la opción de que haya algo de que sí lo sea?

No nos olvidemos de un matiz importante, y del cuál no podemos obviar, el PERDER. Se debe enseñar y se debe aprender a que no siempre las cosas suceden como queremos, y que a veces, hay alguien que por los motivos que sea, consigue ese trabajo que tanto tiempo has estado persiguiendo, o que se queda con el último donut del bar, o acaba con tu vecina de la que siempre habías estado enamorado.

Las personas perdemos, y las personas ganamos.



C.A.A.