en busca de un roto de la tela de la monotonía.
Estampados viscerales
provocan la altivez del que nos cruzamos,
y hasta el ciego sabe que llegamos.
Trocitos deshilachados nos indican el camino,
y no pienses que es la historia de Hansel y Gretel,
porque aquí, no hay bruja, ni caldera,
Que estos versos son de puño y letra.
Las señales sólo son pistas
que hacemos pasar desapercibidas
para no acabar en vuestra jauría.
Que tú,
que yo,
somos una especie en extinción.
C.A.A.
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London. |
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